Esto hace que una relación de pareja termine

En mi artículo «¿Qué es ser pasivo agresivo en pareja?» tengo diversos comentarios donde me pedís que os cuente técnicas o pasos qué podéis dar para desligaros de una relación tóxica.

Pues bien, partiendo de la base de que no hay «fórmulas mágicas» ni estándares pre-establecidos que podamos englobar en un decálogo, lo que sí es cierto es que en cualquier proceso existe una toma de conciencia y una decisión interna que hace que todo cambie y que, de algún modo, ya no haya vuelta atrás.

A veces la manera de terminar una relación de pareja no es la más adecuada y puede que se interpongan terceras personas. Si esto sucede, los daños colaterales además van a ser bastantes graves. En cualquier caso, el denominador común debe ser crecer como personas y sacar un aprendizaje.

Las relaciones de pareja son un campo de aprendizaje de uno mismo, donde el mayor reto es entendernos y respetarnos a nosotros mismos.

Einstein dijo: «Ningún problema puede resolverse en el mismo nivel de conciencia con el que se creó». Y esto es interesante aplicarlo en el terreno de las parejas ya que para superar la dependencia emocional o tomar la decisión definitiva de romper una relación de la forma más sana para ambos, debe suceder en nosotros un crecimiento interno, un cambio de conciencia. Esto no es casualidad. Todos cambiamos, y tu pareja y tú no sois los mismos que al principio de la relación.

Elegimos a la pareja con un prisma subjetivo, a veces cubriendo determinadas carencias o necesidades. Con el paso del tiempo, si crecemos internamente y la pareja no, se producirá una descompensación que puede acabar en ruptura.

Lo interesante a lo largo del camino es ir creciendo juntos. Este es el verdadero fin de la pareja. El «tandem» perfecto que nos llevará a conocernos mejor a través del otro, y por tanto, a ser más felices. Sin embargo, en ocasiones uno crece internamente y el otro queda presa de su pasado, de sus heridas y sus miedos, atrapado en el bucle del inmovilismo de su crecimiento personal.

Un denominador común que he encontrado cuando realmente se hace el «click» de tomar la decisión de romper una relación y liberarnos, es el sentimiento de «cansancio». Cuando hemos tomado consciencia de que la relación no funciona, y hemos aprendido algo importante sobre nosotros, ya no quedan ganas de intentarlo de nuevo, ni de seguir luchando.

Cuando existe un sentimiento de cansancio en una relación, es el indicador de que estamos en el proceso de un aprendizaje interno significativo.

Si tú estás en este punto, estás en el momento exacto en el que todo va a cambiar. Lo primero es darte cuenta de QUÉ has aprendido. En consecuencia, el siguiente paso es pasar a la acción, y para ello es importante tener claro hacia dónde te diriges.

Os dejo unas líneas algo poéticas que escribí un día, y quizás te ayude a reflexionar si has llegado a ese momento.

Si algún día te preguntas por qué me perdiste, recuerda que: me cansé de tus silencios, de tu incomprensión y tus castigos desproporcionados. Me cansé de tu sarcasmo, tu egoísmo y tus mentiras negadas, que convirtieron en puñales lo que eran espadas.

 

Me cansé de que hacer cosas juntos para ti fuera un castigo extraordinario, y de que la palabra compartir no exista en tu vocabulario. Me cansé de ser la última de tus prioridades, de tener que darte explicaciones y justificar mis obviedades.

 

Me cansé de compartir la cama con quien no me habla y se confabula con otros para sentir la fama. Me cansé de que lo que siento para ti fuese cuento y que no muestres compasión ante mi sufrimiento. Me cansé de tus oídos sordos, de tus sabotajes, de tus interminables lamentos y tus chantajes.

 

Me cansé de tu «ceguera», de tu desidia, de tu comportamiento. De tu imagen santurrona. De que vivas creyendo que tus ausencias y tus silencios son de buena persona. Me cansé de tu extraño concepto de lo que es ser buena persona.

 

Me cansé de tus reproches, de tus malas caras y tus enfados injustificados. Me cansé de tus tiranos, de tu ironía, y de tus miedos soterrados. Me cansé de tener a mi lado a quien paga su frustración con la vara de la indiferencia. Me cansé de esperar a que tuvieras conciencia.

Me cansé de ser el cascabel que alegra tu vida y tú la hiel que amarga la mía.

 

Me cansé de escuchar que solo quiero llevar la razón… cuando te quedas sin argumentos. Me cansé de que tus argumentos sean hacerme creer que todo esto lo merezco. Me cansé de creer que tú eres lo que merezco… 

 

Me cansé de mendigar pedazos de comprensión y caricias que nunca llegan. Me cansé de esperar que valores mi alma, y dejar de ser la idea de lo que según tú debiera. Me cansé de sentirme incorrecta, incompleta, defectuosa…

Me cansé de no quererme, de no tenerme respeto. Me cansé de quejarme, de tanto cuento; de echar la culpa a quien me muestra, en definitiva, lo rota que estoy por dentro. 

 

Te dejo, no porque haya dejado de quererte… Te dejo porque ya no le convienes a mi vida.

En realidad la toma de conciencia es sobre nosotros mismos. Recuerda que, para no repetir el mismo tipo de relación, es fundamental que hayas tenido un crecimiento interno. Bien sea porque has aprendido a quererte, a respetarte. O bien sea porque has cambiado tus creencias limitantes sobre lo que es una relación (ejem. «Hay que luchar por la pareja», «quién te quiere te hará sufrir», «en la pareja hay que aguantar», etc) O bien sea porque has comprendido tu propia exigencia desproporcionada (celos, desconfianza, inmadurez emocional, etc)

En un proceso de Coaching puedes aprender todas estas cosas, y recuperar las riendas de tu vida.

A veces puede quedar un sentimiento que nos atormenta y es pensar que estamos perdiendo a la persona que creíamos sería para toda la vida. En realidad no es cierto que pierdas a alguien. En último término hay caminos diferentes que tomamos para nuestro mayor bien. En cualquier caso, una vez hayas tomado tu decisión, lo sano es agradecer internamente al otro todo lo que te ha enseñado, ya que ha sido la persona perfecta para ayudarte a crecer.

 

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3 Comentarios

  1. Sandra

    Hay partes de tu poesía que parece que las hubiera escrito yo…

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  2. Paco

    Hola.escribes muy bien.
    yo he tenido una relación con una persona maravillosa en la que no he estado a la altura de la persona que estaba a mi lado.la he hecho pagar todas mis frustraciones y falsas creencias heredadas del pasado.Ella era consciente de lo que me pasaba y muchas veces me lo hizo saber pero yo desgraciadamente no la hice caso y siempre buscaba excusas para justificar mi comportamiento y iba contra ella.
    Siento mucho haber causado con mi comportamiento tanto sufrimiento a la persona que estuvo a mi lado y a la que he querido (bueno mal querido).
    Edpero que algún día me perdone.
    Agradecerte tus palabras y desearte lo mejor en tu camino.
    Un beso.

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    • Lidia Ibáñez

      Hola Paco. Bienvenido. Gracias por tus palabras. Lo primero decirte que lo importante es que tú tomes conciencia de aquello que te hizo comportarte así, y lo sanes.
      Que vayamos contra alguien nos está indicando que existe una frustración interna que debemos resolver. Por supuesto no es justo que pagues esta frustración con nadie, pero tampoco es justo para ti que vivas con sufrimiento interno.
      A veces lo que nos pasa es que nos atamos a una persona simplemente por el hecho de que nos demuestra su amor, y entonces todo sale mal, porque vibras desde la necesidad de que alguien te quiera y sane tus heridas, y con toda seguridad esa persona pagará tus frustraciones. El amor es igualdad. Es importante que revises tus creencias. La mujer de tu vida no es aquella que te ama, sino a la que tú amas. Que alguien te quiera mucho no es motivo suficiente para estar con ese alguien. Este puede haber sido tu problema.
      Que te perdone o no, ya dependerá de ella y de su trabajo personal interno. Lo importante es que cada uno haga el suyo.
      Como siempre, estaré encantada de ayudarte. Puedes solicitar cita conmigo a través del email quieroreinventarme@reinventarme.com, hago sesiones por Skype a todas las partes del mundo. Un fuerte abrazo ❤

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