Lobo bueno, lobo malo

Hoy traigo una bonita fábula sobre un lobo bueno y lobo malo que se encuentran en nuestro interior:

“Una noche al lado de la fogata, un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurría en el interior de las personas.

 

  El viejo hombre dijo: Hijo mío, la batalla es entre dos ‘lobos’ dentro de todos nosotros.

Uno es malo. Es la ira, la envidia, los celos, la tristeza, el remordimiento, la arrogancia, la autocompasión, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad y el ego.

  El otro es Bueno. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia, la empatía, la generosidad, la verdad, la compasión y la fe.

 

  El nieto pensó acerca de ello por un minuto y luego le preguntó a su abuelo: ¿Qué lobo es el que ganará?

 

  El viejo Cherokee simplemente respondió: EL QUE TÚ ALIMENTES.»

 

A veces no es sencillo ver en uno mismo al «lobo malo». Aunque tengamos emociones negativas,  solemos «echar balones fuera» justificando nuestro mal comportamiento o buscando la culpa en los demás. Una forma de hacerlo es pensando que «yo soy así, he sido así siempre y no puedo cambiar». Esto en primera instancia nos libera y nos hace sentir bien, sin embargo a la larga nos trae  frustración y muchas complicaciones.

La realidad es que en tu interior se encuentran las dos opciones, y en definitiva hasta ahora siempre has decidido la misma pensando que formaba parte de tu personalidad. Ahora es el momento de tomar consciencia, y cambiar.

Lo primero que debemos aceptar es que en cada uno de nosotros vive el «ángel» y el «demonio», el lobo bueno y el lobo malo. Ambos conviven diariamente en nuestro interior y coexisten como dos polos del mismo ser. No se trata de eliminar el malo y quedarnos con el bueno, ya que ambos son necesarios y no pueden darse sin la presencia del otro. Se trata de identificarlos y decidir cuál de los dos queremos «alimentar» en nuestro interior.

La naturaleza en sí misma está compuesta de polos opuestos, y es gracias a estos opuestos que podemos tomar consciencia de lo que nos rodea y crecer. Para poder distinguir e identificar la luz tiene que haber oscuridad, para que sepamos lo que es el día tiene que existir la  noche. El frío y el calor, el bienestar y el dolor, la alegría y la tristeza… El yin y el yang con el que el taoísmo representa la dualidad de todo lo que existe en el universo, también se encuentra en tu interior.

Cada ser, objeto, circunstancia o pensamiento posee un complemento antagónico del que depende para su existencia y que a su vez reside dentro de él mismo. Un hermoso tigre tiene en su interior la ternura de un lindo felino y la agresividad de un depredador. Nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, todo se encuentra en una continua transformación.

Por este motivo, asumir y aceptar que tienes una parte negativa es fundamental para poder transformarla. Identificar el «lobo malo» es la puerta para responsabilizarte de él, y decidir alimentarlo o no es tu opción personal en cada momento.

Es tu responsabilidad, tú eliges. Pase lo que pase, en cada situación, cada día, bajo cualquier circunstancia, el «lobo» que alimentes dependerá de ti y de nadie más.

2 Comentarios

  1. Francisco Vazquez

    Muy bueno. Me siento identificado.
    Muy bien expresado.

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    • Lidia Ibáñez

      Muchas gracias Francisco. En realidad todos nos identificamos con esta historia, es nuestra esencia. Lo importante es saber qué lobo alimentar 😉 Un saludo.

      Responder

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